lunes, 30 de septiembre de 2019

Apuntes sobre el significado de las letras en los obeliscos de la medalla conmemorativa de la independencia


(Foto: HA.com)

Sobre nuestra medalla de independencia se han realizado algunos estudios que han aportado datos valiosos, pero debido a la falta de un documento de la época que nos describa el diseño, hay algunas incógnitas que siguen sin resolverse hoy en día. Una de ellas es el significado de las letras en la base de los obeliscos en el anverso (M, L, V). Hay varias teorías al respecto. En 1971, Jorge Lines propuso que podrían ser las iniciales del ensayador mexicano Luis Velásquez de la Cadena, partiendo de la posibilidad de que nuestra medalla fuera acuñada en la Casa de Moneda de México. Personalmente, esta interpretación me parece la más alejada de la realidad, debido a que hoy en día sabemos que a pesar de la crisis vivida en esos años, la Casa de Moneda de Guatemala se encontraba funcionando. Otra interpretación, propuesta por Victor Hugo Sandoval, es que dichas letras significan las Casas de Moneda de América en su orden de fundación: México, Lima y Villa imperial o Villa de Potosí, probablemente debido a que la letra M en el primer obelisco a la derecha tiene arriba una pequeña «o», logotipo de la Ceca mexicana. Mi opinión personal dista de estas dos e intentaré argumentarla a continuación.

Empezaré por citar la interpretación por la cual me inclino y que intentaré justificar: «...la pirámide de que se ha hecho mención, y es la que ocupa el primer término, significa el monumento del triunfo que en dicho día consiguió Guatemala, y por eso se halla condecorada con sus armas. Las otras pirámides que se ven á lo lejos son los monumentos de igual triunfo, obtenido en los demás Estados o Repúblicas Americanas, por lo que se hallan marcadas sus bases con las iniciales de los nombres á que corresponden, como la M. Méjico, la L. Lima, Etc.». Esta interpretación fue planteada por Alejandro Marure en su libro Bosquejo histórico de las revoluciones de Centro-América. Desde 1811 hasta 1834 (1837). Tomo Primero, página 26. Pero evita darle un significado al obelisco con la letra V.

Por lo que se encuentra en el libro de actas del Ayuntamiento de Guatemala, sabemos que fue el regidor Municipal, Mariano de Aycinena, quien presentó al Cabildo el diseño de la medalla. En la sesión ordinaria del 29 de noviembre de 1821, punto No.6, se puede leer: «El mismo señor Aycinena trajo el diseño de las figuras alegóricas que deben ponerse en el emberso y reverso de las monedas que han de acuñarse en obsequio del día quince de septiembre. Se adoptaron las que tienen el pedestal con las Armas de Guatemala, y el genio de la Libertad con alas y vestido a lo americano y que se dirijan al Gobierno para su aprobación». De este texto podemos interpretar que se presentó más de un diseño. Como apunta Lines, es poco probable que fuera Aycinena quien realizó los diseños. Más bien, es probable que fuera él el encargado de obtenerlos por parte de algunos artistas de la época. El grabado fue realizado por José Casildo España, grabador primero de la Casa de Moneda de Guatemala; encontramos sus iniciales (J.C.E.) en un pergamino abierto al pie del obelisco en primer plano. Muy probablemente fue asistido por el miniaturista Francisco Cabrera, que laboraba para la Casa de Moneda de Guatemala, y quien llegó a ser grabador segundo de la misma.

Como mencionó el Sr. Sandoval, para nosotros, que no somos historiadores, se nos dificulta saber a ciencia cierta con qué información se contaba en la época, de la cual se inspiraron para el diseño. Sobre todo con independencias, reconquistas, regiones que se separaban o que se unían o que cambiaban de nombre. Creo que la clave podría encontrarse en el grabado de 1825 que se encuentra en el Museo Nacional de Historia de Guatemala. Este fue publicado en México e Inglaterra en dicho año. Si bien, este es posterior al grabado de la medalla, podría indicarnos al menos parte de la información que se manejaba en esos años.

(Foto: Miguel Alfredo Álvarez Arévalo)

El grabado está descrito por el mismo autor y dice lo siguiente. «TRIUNFO DE LA INDEPENDENCIA AMERICANA. EXPLICACIÓN. El genio de la Independencia Americana coronado por manos de la Prudencia y de la Esperanza, y llevando en las suyas el símbolo de la Libertad, empieza en carrera triunfante. Los caballos tiran de su carro en representación de las Repúblicas de MEGICO, GUATEMALA, COLOMBIA, BUENOS AIRES, PERU Y CHILE. La Templanza y la Justicia los dirigen Los Genios de las Artes y de las Ciencias adornan este grande e interesante espectáculo en tanto que la Abundancia y el Comercio ofrecen, con el emblema de la Eternidad y de la Union, el feliz presagio de la suerte futura de America».
La mención de estas seis repúblicas podría ser la explicación de la presencia de un total de seis obeliscos en el grabado de la medalla, y el significado de las letras en los mismos.

Además de esto, encontramos dos menciones en periódicos mexicanos que nos dan más luces sobre lo que se sabía en la época. En un análisis sobre la situación política en América, en el Fanal del Imperio Mexicano, en mayo de 1822, página 10, encontramos lo siguiente: «La situación geográfica de las Américas está indicando el establecimiento de tres repúblicas poderosas (ó como algunos quisieran, una con tres grandes federaciones). La primera compondria México desde el istmo de Panamá hasta Californias, Texas y Nuevo-México. La segunda Venezuela y la Nueva-Granada en toda la extensión de su antiguo vireinato. Y la tercera Buenos-Ayres, Chile y el Perú». Y en el artículo titulado «Estado actual de España respecto de nuestra independencia», publicado en el semanario La Sabatina Universal en septiembre de 1822, en la página 228 leemos: «Y si (España) llegase á reconquistar á México, Guatemala, Buenos Aires, Chile, el Perú y Colombia ¿sería permamente su dominación?». Aquí vemos mencionadas las mismas seis regiones que en el grabado del Museo Nacional. Esto va aclarando que la información que se tenía era sobre la existencia de seis importantes regiones recién emancipadas.

En el primer obelisco, el que se encuentra «en construcción», observamos tres fuentes de información. En la parte superior, recostado sobre la pirámide, un Escudo con tres volcanes, alegoría que representa a la capital de Guatemala; utilizado en un principio por Ciudad Vieja, luego por la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala, y posteriormente por la Nueva Guatemala de la Asunción. Esa primera fuente de información nos ubica en un punto geográfico. Lo siguiente nos ubica en el tiempo: 15 de septiembre de 1821, fecha en la que se declaró la independencia del antiguo Reino de Guatemala de la monarquía española. Tercero: General Gainza, Gobernador y Capitán General del antiguo Reino de Guatemala, uno de los artífices del triunfo logrado en esa fecha. Todo en su conjunto representan un hecho: el triunfo independentista. Siguiendo esta lógica, los siguientes obeliscos deben representar lo mismo: regiones que habían logrado su independencia. Por obvias razones de espacio, el diseñador no pudo incluir mucha más información, más que la inicial del nombre de la región donde se lograron dichas gestas.

La única información que encontramos en los siguientes tres obeliscos serán una «Mo» una «L» y una «V», respectivamente. La primera es la más obvia. «Mo» representa indudablemente a México. Es a la vez el logotipo usado para distinguir a la Casa de Moneda de México, primera en América. Esta es la principal razón de que se interprete que estos obeliscos representan a las casas de moneda de América.

Intentando explicar la posible razón por la que el diseñador y el Sr. España utilizaron este símbolo, primero, observamos la forma usual en que se simplificaban algunas palabras en la escritura de principios del siglo XIX. Como apreciamos en las imágenes siguientes, se escribía parte de la palabra y enseguida se le colocaba, en una imaginaria línea superior, la última letra de la palabra. En las imágenes vemos cómo el Sr. España firmó algunos de sus grabados, utilizando esta forma de escritura. En la misma medalla observamos esto, en la palabra "GENER L." Dicho esto, me parece lógico que utilizara este símbolo, «Mo», porque era un símbolo que conocía muy bien. Esa sería la manera de evitar que una simple «M» se pudiera confundir con otra cosa que no fuera México.

La segunda letra es un poco menos obvia, pero más fácil de ubicar. «L». Como lo describió Marure, esta letra podría representar a Lima, capital del Perú.

El misterio más grande de toda la medalla se encuentra en el siguiente obelisco. El significado en la letra «V» es el menos obvio de todos. Ni siquiera para el mismo Marure lo era y no se atrevió a asignarle un significado. Mi opinión es que de las seis regiones independizadas, mencionadas en el grabado de 1825, representa a Colombia, específicamente a la Gran Colombia. De las tres regiones restantes, Colombia, Argentina y Chile, podemos descartar a dos. La independencia de Argentina fue declarada en Tucumán y la de Chile en Concepción. Ninguna de las dos coincide con la V. La explicación podría ser que es la letra inicial de Venezuela (antigua Capitanía general o Reino de Venezuela), independizada en 1811, y que entre 1819 y 1830 formó parte de la Gran Colombia.

Mi opinión personal es que estas letras, y los obeliscos en sí, no representaban a casas de moneda, porque la idea central y lo que se pretendía conmemorar con la medalla era la independencia. Las Casas de Moneda me parecen poco relevantes en este contexto. Como argumenta el Sr. Sandoval, las Casas de Moneda son muy relevantes para la economía de las naciones. Yo creo que por la importancia de estas capitales, era lógico que albergaran Casas de Moneda, lo que al final creo que es meramente una coincidencia. Ninguna de estas teorías se podrá dar como cierta mientras no aparezca algún documento oficial de la época que lo confirme, en caso exista.


Agradecimientos a Victor Hugo Sandoval, Miguel Alfredo Álvarez Arévalo y Daniel Quisquinay por su colaboración.

Cristian A. Vargas Castillo.
Septiembre de 2019.
Primera actualización: julio de 2020.

Bibliografía:

- (1822) Estado actual de España respecto de nuestra independencia. La Sabatina Universal. México : Imprenta de Doña Herculana del Villar y Socios.
- Lines, J. (1971). Nuevas notas sobre la medalla conmemorativa de la Independencia del Reino de Guatemala el 15 de Setiembre de 1821. Costa Rica: Revista de la Universidad de Costa Rica 31, 91-105.
- Maldonado, F. (1822). Memoria Politico-instructiva del Sr. Dr. D. servando Mier. El fanal del imperio mexicano o Miscelánea política. México : Imprenta de L.H.H.H.
- Marure, A. (1837). Bosquejo histórico de las revoluciones de Centro-América, desde 1811 hasta 1834. Guatemala : El Progreso, 1877.
- Núñez de Rodas, E. (1970). Grabados de Guatemala. Guatemala : Talleres Litográficos del Instituto Geográfico Nacional.
- Rubio Sánchez, M. (1975). Grabadores de Guatemala: Pedro Garci-Aguirre, José Casildo España, Juan Bautista Frener. Guatemala: Banco de Guatemala, 1975.
- Toledo Palomo, R. (1977). Las Artes y las ideas de arte durante la independencia. Guatemala: Sociedad de Geografía e Historia, 1977.

lunes, 15 de julio de 2019

El Cachuco

La expresión «Cachuco» o «Moneda Cachuca» era un regionalismo chiapaneco que se utilizó a finales del siglo XIX y principios del siglo XX para referirse a las monedas provenientes de Guatemala que circulaban en esa región del sur de México.

     Durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX circularon simultáneamente en Guatemala una gran variedad de monedas, entre coloniales, federativas, carrereñas y las acuñadas después de la Revolución Liberal de 1871, además de las provenientes de las principales cecas de América, Europa y EE.UU, debido al comercio y a la reducida capacidad de la ceca nacional de proveer todo el numerario que la economía nacional necesitaba. Por su proximidad y la estrecha relación histórica y comercial entre Guatemala y Chiapas, toda esta variedad de monedas emigró profusamente a este último, proveniente del primero.

     Así fue descrita la situación en 1905: «Por moneda «Cachuca» se denominan en Chiapas los pesos chilenos y soles peruanos, y en menor cantidad, los pesos de Colombia y la moneda fuerte y fraccionaria de Guatemala que circulan en algunos departamentos de aquel Estado. Estas monedas se introducen á Chiapas por Guatemala, y la manera como á su vez han llegado á la República vecina se explica del modo siguiente: El principal artículo que se exporta en Guatemala es el café. Durante la época de cosecha, que asciende á $15 ó 20.000,000, necesitando los cosecheros una cantidad considerable de plata para los gastos de recolección, transporte, embarque, etc., etc., se ven obligados á girar sobre el extranjero, entonces abunda la oferta de giros y baja el tipo del cambio, por cuyo motivo acuden de las Repúblicas Sudamericanas con sus monedas nacionales para la compra de letras, resultando de este hecho que la circulación monetaria en Guatemala sea en su mayor parte extranjera.» [1]

     Sobre su etimología: «El nombre de «Cachuca» para designar estas monedas en Chiapas data de 30 á 40 años. Se dice que es una palabra derivada de «Cacho», sinónimo vulgar de «Cuerno», por el «Cuerno de la Abundancia» que es la alegoría de los Soles Peruanos. La moneda fuerte «Cachuca» tiene una ley casi uniforme de 900 milésimos; las pesetas tienen 835 milésimos; éstas son casi todas de Guatemala, y últimamente abundan tanto ó más que la fuerte en Chiapas.» [2]

     Las monedas guatemaltecas acuñadas a partir de 1872 también contienen la Cornucopia o Cuerno de la Abundancia en la alegoría de su reverso, sostenido por la mujer sentada. Podríamos decir que fue también una de las razones para el uso del término «cachuco».




Ejemplos de Peso guatemalteco y Sol peruano, apreciándose en ambas monedas la Cornucopia o Cuerno de la Abundancia: en el reverso, sostenido por la mujer sentada, y en el Escudo peruano, respectivamente. Fotos: www.ngccoin.com

     Su valor en relación al Peso mexicano variaba según la región del estado y las circunstancias. Mientras que en unos años y en algunas regiones llegó a estar a la par del Peso mexicano, en otras ocasiones se cotizaba entre 75 ctvs. (6 reales) y 93 ctvs (7.5 reales). En algún momento, la regla fue que por cada Peso mexicano se reciben un Cachuco fuerte más medio real mexicano. Su valor no era regulado de ninguna manera, por lo que obedecía únicamente a las fuerzas del mercado. Para 1906 se decía que el precio del peso fluctuaba de momento a momento en relación al rey Cachuco.

      A principios del siglo XX, la situación fue vista como un problema, debido a la reforma monetaria mexicana de 1905 que buscaba “perfeccionar el sistema monetario, adaptándolo a las necesidades económicas de la República”. Dicha reforma prohibió la circulación de moneda extranjera y, entre otras cosas, buscaba consolidar el sistema métrico decimal y adoptar el patrón oro. Enfrentar el problema se hacía complicado para las autoridades mexicanas debido a lo aún precario de las vías de comunicación y a la distancia que por ese entonces separaban al estado de Chiapas del resto de la República mexicana, lo que hacía difícil proveer de suficiente numerario a la región. Por otro lado, las estrechas relaciones históricas y comerciales entre dicho estado y Guatemala, mismas que se mantienen hasta nuestros días, y que le hacían a la gente de Chiapas más fácil el comercio con Guatemala que con el resto de México. Pero, sobre todo, el problema era la costumbre y lo muy enraizado que estaba el Cachuco en la economía local, y la dificultad que ponían los pobladores para desprenderse de la moneda que reinaba en la región.

     Varias situaciones fueron poniendo fin paulatinamente a la circulación del Cachuco en Chiapas. La primera de ellas fue la drástica reducción del comercio entre el suroccidente guatemalteco y Chiapas debido a lo gravemente afectada que se vio la economía guatemalteca tras al terremoto de San Perfecto y la erupción del volcán Santa María, ambos en 1902. En 1909, la Comisión de Cambios y Moneda de México logró retirar de circulación 867,023.05 Pesos en moneda cachuca, pero dicho esfuerzo fue insuficiente. Durante la Revolución Mexicana (1910-1917) hubo una escasez general de circulante en México, que obligo a las autoridades a permitir temporalmente la circulación de moneda extranjera. La solución definitiva llegó hasta el segundo cuarto del siglo XX, cuando el gobierno mexicano logró proveer de suficiente circulante a la región y el gobierno guatemalteco fue ordenando el sistema monetario a través de la reforma monetaria que inició en 1924.


Agradecimientos a Cedrian López Bosch por su colaboración.

Cristian A. Vargas Castillo.
Julio de 2019

Referencias:
[1][2] Farrera, R. (1905-04-29). LA MONEDA «Cachuca». El Economista Mexicano, pp 91.

Bibliografía:
- Casas Rábago, Pablo Alejandro (2013) LA REFORMA MONETARIA DE 1905 Y LA IMPLANTACIÓN DEL PATRÓN ORO EN MÉXICO. sonumex.blogspot.com
- Valverde Peña, Jorge. (2019) Crónicas del general Juan Antonio Ortega. Chiapas, México y Guatemala - 1860.
- Farrera, R. (1905-04-29). LA MONEDA «Cachuca». El Economista Mexicano.
- LA CIRCULACION DEL «CACHUCO» EN CHIAPAS. SUS CAUSAS. I. (1906-10-13). El Economista Mexicano.
- LA CIRCULACION DEL «CACHUCO» EN CHIAPAS. SUS CAUSAS. II. (1906-10-20). El Economista Mexicano.
- MAS SOBRE LA CUESTION DEL CACHUCO. (1906-12-01). El Economista Mexicano.
- La Moneda Cachuca en Mexico. https://eldatonumismatico.wordpress.com